-Les pedimos a todos que se abrochen los
cinturones de seguridad porque así lo manda la ley brasilera- dijo en portugués
el joven cobrador del micro. Me dí vuelta y le pregunté en el mismo idioma a un
hombre sentado en el asiento de en frente si debía sacar boleto en la
ventanilla o si podía hacerlo sin bajar. Y me respondió en perfecto español que
cualquier opción era válida. Viajaba en la frontera y la mixtura era ley.