sábado, 30 de noviembre de 2013

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Una poesía * huerta

Removiendo la tierra con la pala
llegamos a un reino subterráneo.
Bichos con ojos sin párpados
¿con ellos verán los terrones, los grumos?
bichos con alas
¿se puede volar bajo la tierra?
bichos de colores brillantes
¿no los aplasta el negro, el polvo?

sábado, 16 de noviembre de 2013

Veoveo 6*, un encuentro


"Y entre Sus signos está la creación de los cielos y de la tierra, 
la diversidad de vuestras lenguas y de vuestros colores. 
Ciertamente hay en ello signos para los que saben.
Y entre Sus signos está vuestro sueño, de noche o de día,
 vuestra solicitud en recibir Su favor.
 Ciertamente, hay en ello signos para gente que oye.
Y entre Sus signos está el haceros ver el relámpago, 
motivo de temor y de anhelo,
 y el hacer bajar agua del cielo,
 vivificando con ella la tierra después de muerta.
 Ciertamente, hay en ello signos para gente que razona"
Corán 30; 22-24

Todo está vivo y todo se apasiona. Todo se convoca. Las cosas que vemos y las que no, tienen sus acoplamientos, sus yacencias amorosas, sus choques parsimoniosos, sus arrimarses desordenados, sus colisiones violentas, sus encuentros intempestivos. Todo confluye a la unión, a la congregación, porque todo está sujeto aunque más no sea a un caos.
La lluvia al encontrarse con el pasto le extrae el verde, la hierba, al cruzarse con la lluvia vuelve el aire gris, pespunteado aquí y allá por misteriosos círculos de luces. Las gotas, sobre el mosquitero metálico de mi ventana, se convierten en estrellas.
Todo está cercano, y lo más próximo, lo más hermanado a la vida, es la muerte.